Me han sobrecogido hoy estas palabras, suelo mirar poco la televisión, hace un momento la encendí , estaban dando un programa sobre Lousiana y Nueva Orleans, la arquitectura, los esclavos, escuché un retazo de esta historia, mientras mi mente me llevaba a Mauthausen, debía tener 25 o 26 años cuando fui, conforme nos íbamos acercando mi corazón latía con fuerza, estaba casi escondido, solo al llegar lo veías- esa fue mi primera impresión- una vez dentro, mi ánimo se ensombrecido dejando paso a un estupor sin límites, mi mente intentaba entender y comprender todo aquello , paseando fuimos a un enorme salón nuevo donde cada país había hecho un homenaje a sus victimas- evidentemente no estaba la bandera española- si la republicana, me llamó la atención, me acerque y entonces leí algo que nunca olvidare, decía asi:“ Te di a luz o hijo mío, fuiste fiel y valiente luchador de la libertad, cuanto te lloro”
Hoy, parte de mi esencia ha retornado allí, a ese momento en el que sin duda algo cambió para siempre , donde una vez más fui consciente de lo que la maldad puede hacer cuando los hombres tienen el poder sobre los hombres.
Hola, Gemma.
ResponderEliminarAcabo de descubrir que tienes este blog, que de inmediato añado a mi breve lista de favoritos.
¿Recuerdas una canción de un francés, Adamo, con el título 'Inch Allah'?
En ella se habla de eso. Y, si bien lo miras, todo el Planeta es a día de hoy un inmenso Mauthausen un poco mejor administrado gracias a aquella experiencia. Ayer mismo escuchaba la denuncia de un médico sobre la creación del último virus pandémico. Seguramente has visto también la película 'El jardinero fiel', cuyo guionista reconoce mostrar sólo el 1% de la realidad.
¿Para qué tanta monstruosidad? ¿Para qué tanto dolor?
Yo no lo sé exactamente, pero siempre que me he visto en circunstancias extremas, he comprendido que nada queda fuera de las manos de Dios.
Me parece que pronto vamos a comprenderlo.
Un abrazo mientras tanto.
Javier (Víctor)
Hola Javier
ResponderEliminarSi la recuerdo, sin duda hay muchas más, las palabras tienden a caer en el vacío, aunque en un principio tengan fuerza, solo si los actos las acompañan adquieren esa dimensión para las cual han sido dichas.-
Sin duda en algún momento, en algún lugar entenderemos la razón de muchas cosas.
Una abraçada
Gemma